“Ya estás aquí. Tienes que esforzarte”, escuchó Erick decir a su padre, el primer día de clases. Hoy, en cuarto año (Ingeniería), no solo estudia su carrera, también pertenece al Univas, voluntariado de la UDEP.
Por Dirección de Comunicación. 05 julio, 2021.El joven puneño, Erick Brandhon Mamani Yucra, cursa el séptimo ciclo de la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas en la Universidad de Piura, en Campus Lima, gracias a la Beca Hijos de Docentes del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación. El primer día de clases, dice, “mi papá me acompañó. Ese mismo día, él tenía que regresar a Puno. Traté de tomarlo con calma y seguir sus palabras”.
En Lima, Erick no conocía a nadie. Hoy, después de cuatro años, además de estudiar con ahínco, impulsa el voluntariado universitario para mejorar la educación de niños de zonas vulnerables del Perú. Es content manager, en el Área de Comunicaciones y Marketing del Univas, un voluntariado de los estudiantes de la UDEP. Con otros cinco estudiantes, difunde proyectos de ayuda social para niños en condición de vulnerabilidad: reforzamiento educativo, talleres, charlas, además de donaciones, como la reciente que hicieron para ayudar a los menores del Hospital San Bartolomé, en Lima.
Los talleres y reforzamiento escolar que brindan es la parte que más le gusta a Erick. “Desde muy pequeño he visto cómo a muchos niños les es difícil recibir la educación adecuada y contactar con sus profesores. Los jóvenes tenemos muchas ganas y podemos canalizarlas para la ayuda social”, explica el joven talento de 21 años.
La huella de un maestro
Erick aprendió desde niño el amor por los estudios. Dice que su maestra de Primaria, Edilia, siempre estaba preocupada por sus alumnos. “En esos años conocí el valor del esfuerzo y la responsabilidad. Daba lo mejor de mí y así obtuve diplomas. En Secundaria conocí a otros maestros que vieron en mí habilidades de matemáticas y me prepararon para los concursos y así obtuve medallas”, relata.
En sus grupos de estudios de Secundaria se enteró de las becas que ofrecía el Pronabec: “Nos motivaba ver a otros estudiantes ganando becas y viajando a Lima para estudiar en grandes universidades. No voy a olvidar lo que decían mis profesores: si tienen los recursos y la capacidad vayan a otro lugar, prueben, no pierden nada”. Erick también recuerda cuando, ya a punto de egresar del colegio, empezó a enseñar a los menores, siguiendo las palabras de sus maestros: “La mejor manera de aprender es enseñando”.
Actualmente, Erick hace compatibles sus labores académicas, como estudiante de Ingeniería, con sus labores en Univas y en otros clubes universitarios de proyectos de desarrollo social en los que participa. Todo, con el objetivo de ayudar a mejorar la educación de niños de zonas rurales y, en especial, de quienes están en condición de vulnerabilidad, señala.
Está satisfecho con lo que hace, pues sigue el ejemplo de su maestro modelo y guía, su papá, Eusebio Mamani: “es un maestro de la Carrera Pública Magisterial, en la escuela de la comunidad Huayllani, distrito de Lampa, en Puno. Es una persona atenta y responsable, que siempre me han animado a seguir adelante”, comenta.
Vea el artículo original en la web de noticias del Pronabec.